martes, 5 de marzo de 2013

El festival de Delfos parte 3

Pasaron otros tantos universos no tan impresionantes, pero no por eso, menos preciados para la vida que existía en ellos. Seres de papel encerrados en un libro, elfas peleando por un amor destruido, criaturas mágicas que por su poca gracia habían ido al olvido...
De entre aquellas presentaciones salió un par de hechiceros vestidos de ropajes árabes  Era su primera vez participando y el tiempo pese que era mucho se les vino encima. Si bien el tiempo siempre es relativo, el de ellos no les había dado abasto.
Comenzaron creando de unas semillas de nuez un árbol de mana, del cuál comenzó una historia heroica con un hombre y una mujer de protagonistas. Ambos eran caballeros y comenzaría una historia estrepitosa por algo que aún no era definido.
El hechicero metió sus manos a sus bolsillos y de una concentración absoluta lo invadió el terror más grande.
La hechicera comenzó a gritarle a su compañero que era tiempo de lo que seguía pero el otro desesperado no paró de rebuscarse entre la ropa.
-Uuuh ... - masculló Aurora - parece que olvidó algo.
-Es común dada su poca experiencia. Es una pena puesto que parecía una historia interesante... - Yuelio suspiró decepcionado, pero su semblante le duró muy poco.
Su ojo se abrió de manera atroz al ver al hechicero conjurar una pera del edén, sin que otras personas se diesen cuenta.
El joven comenzó a sacarla del bolsillo y estaba a punto de usarla cuándo sintió la intensa mirada del hechicero de la esperanza. La voz del mismo resonó en todo el estadio pero no como un grito sino más bien cómo si uno se encontrara justo al lado escuchando la conversación.
-¿Qué es eso?-
- U...una pera del Edén - Comentó el joven cuyos ropajes sólo mostraban sus delgados brazos y su mirada color avellana.
-¿De dónde salió? -
- Un paraíso artificial... ehm... hecho en el oasis de dónde venimos -
- Interesante... seguro les tomó mucho tiempo cultivar una pera así -
- A...así es ... -
- Sin embargo... esa no es la pera que cultivaron... ¿verdad?-
El público comenzó a murmullar entre si, las miradas no dejaban de ir de un lado para el otro. Sin dejar de centrarse en los concursantes... el ambiente se volvió pesado y bajos sus ropas el joven sudaba asustado...
Yuelio sonrió de manera maternal y dulcemente comenzó a reprenderlos.
- Saben perfectamente las reglas de este concurso. No está permitido conjurar nada, la creación del universo debe ser a base de su habilidad para utilizar todo lo que traigan... Sin embargo es una pena el perder una historia tan interesante... -
Heine parpadeó y en un segundo ella y su maestro se hallaban frente a los concursantes. Yuelio tomó con delicadeza con una mano el universo y con la otra la pera.
- Es posible que debería pasar esto por alto dado que realmente quiero saber cómo termina la historia...  -
Ambos concursantes se tomaron de las manos esperanzados de escuchar la dulzura en sus palabras.
Sin embargo no tomó mas que un segundo en el que Yuelio mordió la pera y en que su mano se cerró ante el nuevo y frágil universo. El rostro de los jóvenes cambió rápidamente al ver el horror de un trabajo  sin descanso de 600 años, destruido en tan sólo un segundo. El universo se despedazó cómo si fuese una figurilla de cristal y los pedazos fueron desparramados por todo el suelo. La cruel dentadura del hechicero de la esperanza se hizo presente ante una mueca muy similar a una sonrisa, cruel y fría cuál invierno ruso, mientras el jugo de la pera todavía escurría de su mano y su boca.
Las carcajadas crueles de los palcos principales no tardaron en oírse. Ambos hechiceros se encontraban ahora totalmente abatidos y humillados. Cabizbajos, sólo pudieron salir por la puerta principal. Yuelio retornó a su asiento y suspiró complacido.
-¿Fue bueno? -
- Un completo manjar, y el sabor de la pera sólo lo hizo mejorar. - El hechicero se relamió el jugo de sus labios. Si bien era el hechicero de la esperanza, se alimentaba de la misma, por lo que el acabar con una esperanza, acabar con una amarga derrota, era el platillo más dulce que podía consumir.
-Es una pena porque quería ver la historia...- Aurora suspiro decepcionada sin perder su porte
-Se paciente... les quedan mil años para pulirla... - Una sonrisa gentil se dibujó en sus labios. - Si bien acabé por completo con sus esperanzas de ganar esta competencia... dejé una semilla de esperanza para participar en la siguiente. Estoy seguro que crecerá fuerte y veremos un universo con mucha más calidad.
El escenario de repente se oscureció un poco, los murmullos de emoción del público flotaban en el aire, y la puerta dio entrada a dos personalidades más del clan del dragón de loto.
Engalanada con ricas telas color púrpura y rosado Hlya bruja de la armonía hizo su aparición. Eterna enamorada de todas las artes, daba sus dones a cualquier persona que pudiera mostrarle una hermosa composición. Sus amigos sin embargo la cuidaban cómo el tesoro que era, porque pese al enorme poder que poseía, ella misma era demasiado dulce y frágil para el mundo en que se encontraba.
Llevaba puesto un hermoso vestido de danzarina árabe, cuya decoración incluía varias amatistas de diferentes formas y tamaños, ubicados armoniosamente en su cuerpo. El vestido dejaba ver su vientre plano y unas cuántas monedas delineaban su cintura sutilmente, arrebatando suspiros a varios varones del público. Su sonrisa conquistó a más de un corazón perdido y su simple presencia trajo tranquilidad y fascinación ante el público.
Detrás de ella, vestido con ropajes elficos y galanteando con cuánta mirada se topaba con él, entro Roger. Siendo hechicero de las ideas gustaba de jugar mucho con la mente de los humanos y no necesitaba su magia siquiera para avivar la mente de la gente y hechiceros para que hicieran lo que él quisiera. Su apariencia, sus gestos y trucos le habían creado una fila enorme de amantes y fans que sólo podía compararse a la fila de gente que sentía celos, envidia o lo odiaba.
Su camisa y gorro estaban hecha de hojas primaverales del árbol de la sabiduría y eran lo suficientemente largos para cubrir su esbelta figura, hasta poco más abajo de la cintura. De ahí su atuendo era ajustado por un cinturón y unas mallas de algodón de nube y unas botas de piel.
Los aplausos comenzaron desde antes, que la presentación comenzara y el público enloqueció más al ver a Roger sacar de un estuche que traía un violín de color oscuro.
-¿Creación musical? Debo admitir que eso no es nada común en estos días. La mayor parte de los universos  son creados por objetos últimamente. - Aurora se veía intrigada... Yuelio por su parte no dijo nada y quedó tan atento como sus cuatro acompañantes.
El público se silenció para escuchar los primeros acordes de Roger. Una melodía llena de dulzura y nostalgia llenó el escenario, y varias personas se conmovieron al borde de las lágrimas. La melodía era infinitamente hermosa, sin embargo no había aparecido un universo. Hlya comenzó de repente a moverse y el ritmo de la melodía se volvió aún más desgarrador. Los movimientos de la hechicera eran gráciles y suaves, cuál si fuera una avecilla lastimada atrapada en una jaula. El público no podía dejar de llorar de la emoción y algunos de los hechiceros más insensibles derramaron unas cuántas lágrimas.
Heine se encontraba con su rostro sin emoción alguna, pero una pequeña gota se resbaló de su mirada inanimada.
La danzarina chasqueó los dedos.
En un inesperado momento todas las pequeñas gotas de emoción, saltaron de los rostros de los asistentes y comenzaron a juntarse en el centro del escenario, formando una enorme esfera liquida.
La melodía cambió de tono a algo más de estilo épico y aventurero. Un conjunto de las vibraciones del violín y de los movimientos de baile comenzaron a modificar las millones de lágrimas y darles forma. Se creo un universo fantástico, lleno de criaturas de diferentes especies, terribles monstruos y hermosas doncellas, dónde un legendario héroe vestido de las ropas de Roger tenía que encontrar la base de esta realidad para salvarlas de las manos de un tirano. Hlya plasmó un beso en el universo y la misma historia se transformó en leyenda, repitiéndose miles de veces con diferentes jóvenes heroicos, bellas princesas y tiranos cada vez más amenazantes. El hechicero de las ideas en un arrebato pasional pinchó el universo delicadamente y ese universo se separó en tres historias distintas. El publico exclamó sorprendido al no saber hacia donde mirar. Hlya danzaba en un sólo sitio mientras el universo en el cuál el héroe murió a manos del villano revoloteaba seductoramente alrededor de ella. Roger por su parte jugueteaba ahora con el violín en una historia perversa en dónde el héroe había desaparecido después del regreso triunfal de una de sus aventuras lo que no le permitió salvar al mundo de otra calamidad.
En el centro sin embargo la leyenda continuaba y la historia duraría eternamente bajo los caprichos de una idea armoniosa. El público rugió de emoción, y aplaudió. Aurora estaba tan pasmada que tardó un momento en reaccionar y aplaudir. Yuelio vitoreaba y se sentía extasiado ante la presentación.

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